"Si la postura del loto es el hilo rojo de la meditación, el acto de meditar no excluye otras formas de posturas. En primer lugar, porque pocas personas son capaces de conseguirlo desde sus primeras meditaciones. Y en segundo lugar, porque los humanos están sujetos a la influencia de la impermanencia.
A lo largo de su vida, el practicante estará, como cualquier ser vivo, bajo el yugo de la fluctuación de los fenómenos. En cada fase de su práctica, se verá cambiar física y mentalmente.
"La postura es un reflejo de lo que experimentamos en nuestra vida diaria.
"Te cuestionará a lo largo de tu vida y cada nueva situación te pondrá a prueba.
"La postura pule el ego como el efecto del surf en una roca.
"No meditamos porque seamos flexibles, sino que nos volvemos flexibles porque meditamos.
"Dejar de meditar con la presión de un ideal de postura correcta es acercarse a él.
"La postura del loto no es un absoluto. Es simplemente la dirección hacia la que debe dirigirse, adaptándose sin embargo a su condición física. Al emprender este ascenso, definirás el camino con cada paso que des. Cuanto más se desprenda tu mente del ideal de la postura, más tomará una forma justa y perfecta.
"Sobre el tema de la flexibilidad, recuerdo un pensamiento que Sensi Masamichi Nord compartió con nosotros en el tatami, durante una de sus clases de kinomichi:
"Si se comparan los movimientos de un niño pequeño con los de un anciano, lo que salta a la vista es la diferencia de flexibilidad. El niño es como la goma. Sus movimientos se extienden sin cesar, mientras que el anciano se rompe como un cristal. Sé flexible", dijo, enderezando el pecho y abriendo los brazos hacia el cielo, "así conservarás tu Ki, durante mucho, mucho, mucho tiempo (Ki, que significa "energía", es el término que designa el(los) principio(s) vital(es) que circulan en los seres vivos.
"A veces hay frases que nos resuenan, nos acompañan e influyen en toda nuestra trayectoria vital, sin que sepamos muy bien por qué. Este es uno de ellos.
Christophe Lorreyte - Libro "Aprende a meditar por fin con la práctica del Tangram".
