Artículo de Christophe Lorreyte en un informe especial sobre las emociones "miedo".
Y hoy, es el turno de examinar el miedo...
¿Esta idea le hace temblar?
Pues verás que el miedo puede ser un excelente aliado... si nos libramos del peso de nuestra historia que le permite controlarnos.
¿Vamos sin más?
Así que disfruten de la lectura y no olviden la frase de esta semana para reflexionar.
Miedo
No importa lo que digan, todos tenemos miedo en nosotros.
Sin embargo, no todos somos iguales ante ella: algunos la han domado y la utilizan, mientras que es paralizante para
Así que surge la pregunta:
¿Debemos deshacernos de nuestros miedos... o más bien superarlos?
Porque la diferencia es enorme. Y eso es lo que vamos a ver ahora.
a. Comprender y dominar el miedo
Nuestra relación con el miedo suele ser ambigua: a veces lo rechazamos, a veces lo aceptamos, a veces lo utilizamos para poner límites.
En cualquier caso, ¡preferimos no tener que mostrarlo demasiado! ¿No es así?
Seamos sinceros: a menudo preferimos ocultarlo antes que parecer débiles.
Porque, francamente, mostrar tu miedo en la era del desarrollo personal no está muy en el aire, si sabes a lo que me refiero...
Y sin embargo, existe, acechando en las sombras de nuestro subconsciente.
Además, también es la causa de una gran paradoja:
Los que se muestran como los más fuertes a menudo esconden un inmenso miedo a parecer débiles.
Así que para salir de dudas, aceptemos y asumamos de una vez por todas este componente de nuestras vidas: el miedo es una parte integral de la existencia humana.
Es un hecho, así que afrontémoslo:
El miedo es polimorfo. Adopta diferentes formas y se adapta a los contextos de nuestra vida moderna.
Adopta la forma de ansiedad, preocupaciones y anticipaciones, rara vez basadas en la realidad.
Hoy en día, nuestras vidas rara vez están en juego.
Entonces, ¿qué hacemos con nuestros miedos? Nos gustaría combatirlos para no tener que vivirlos más, pero con este planteamiento vamos por mal camino.
Porque estar en la lucha es estar en el rechazo, en la no aceptación de lo que es.
Y si me sigues desde hace tiempo, sabes que una de las principales vías para una vida armoniosa y equilibrada es... la aceptación de todo lo que es.
(Lo cual, por supuesto, no tiene nada que ver con el derrotismo. Pero creo que a estas alturas de nuestros descansos, no es necesario especificarlo)
Por lo tanto, si tu objetivo es luchar contra el miedo, debes saber que estás creando tu propio sufrimiento al tratar de rechazar una parte de ti mismo que sólo busca expresarse.
Porque ser fuerte no es vivir sin miedo: es aceptar tu vulnerabilidad.
Así que, por supuesto, es posible superar los miedos para vivir más libremente, sin crear barreras mentales, y esto es lo que veremos a continuación.
Pero para superar tus miedos, primero debes entenderlos y ser plenamente consciente de ellos.
Sí, porque es sencillamente imposible enfrentarse a un obstáculo sin conocer su naturaleza, ni su alcance.
El primer paso es observar tus miedos
Te sugiero que te tomes un momento para pensar en esto: ¿cuáles son tus verdaderos miedos?
Para ayudarte, hay dos tipos de miedos:
- Los miedos "superficiales", que están en la superficie y que podemos nombrar fácilmente
- Los miedos "profundos ", que son la cara oculta del iceberg.
Los miedos profundos están impresos en nuestro ADN inconsciente y provienen de nuestra propia historia y de diversas represiones.
Por otro lado, los miedos superficiales suelen ser manifestaciones de estos miedos más profundos.
Pongamos un ejemplo concreto:
Digamos que tienes miedo de que tu pareja conozca a alguien "más interesante que tú".
Este es el miedo superficial, el que se puede detectar sin ningún problema.
Sin embargo, es muy posible que ese miedo esconda en realidad un profundo temor al abandono del que no eres consciente, por ejemplo.
Esta toma de conciencia es un verdadero trabajo sobre uno mismo y puede requerir incluso la ayuda de un psicoanalista.
Sin embargo, existe una herramienta que todo el mundo puede utilizar.
Sí... sé que puedes ver a dónde voy con esto.
¡Es el trampolín!
Seamos serios. Y en lugar de hacer bromas, veamos por qué podemos (y debemos) meditar para dejar de tener miedo.
b. Meditar para encontrar la verdadera paz
Ahora que entiendes la diferencia entre luchar y superar tus miedos, veamos por qué es importante liberarse de ellos.
Hay un gran problema: los miedos nos condicionan.
Esto se debe a que ponen filtros a nuestra realidad, con el fin de "protegernos".
¿El resultado? Podemos acabar percibiendo el peligro absolutamente en todas partes, dependiendo de la configuración de nuestros propios filtros.
Utilizando el ejemplo anterior, su miedo al abandono podría dar lugar a una desconfianza extrema hacia cualquier persona que su pareja pueda considerar interesante.
Pero lo que hay que entender es que como la historia es creada por el pensamiento profundo de la persona que tiene miedo, es irreal.
Sencillamente, no existe, y sin embargo es altamente incapacitante.
Y esto puede ir muy lejos: la ansiedad, cuando es crónica, puede hacernos enfermar físicamente.
Pero, afortunadamente, la meditación es un excelente antídoto contra el miedo.
Como el miedo es una desafortunada proyección hacia el futuro que tiene sus raíces en el pasado, la solución es aprender a reenfocarse en el aquí y el ahora.
Así, la práctica asidua de la meditación nos permite desmontar uno a uno los barrotes de la prisión mental que es el miedo, ya que nos hace comprender que sólo existe realmente el presente.
En silencio y con el paso de la práctica, se siente una profunda calma que se instala, dejando cada vez menos espacio para la ansiedad.
Y, por supuesto, las garras del miedo no pueden resistir el espíritu de la meditación.
Así que te recomiendo que medites para que dejes de tener miedo.
Sin embargo, comprenda que no se librará totalmente de esta emoción que está inscrita en cada uno de nosotros.
Podrías -y lo harás- volver a sentirlo, incluso después de años de práctica.
Sin embargo, tu miedo habrá adquirido una forma totalmente nueva y podrás utilizarlo como una poderosa herramienta.
Cuando lo sientas, comprenderás que es un aviso de que no vas en la dirección correcta.
Así sabrá cómo ajustarse en consecuencia.
Tu miedo se habrá convertido en una expresión de tu intuición, y ya no será tu prisión.
Ahora vamos a dar un paso más...
C. Revelarse más allá de los miedos
Como seres humanos, uno de los miedos más comunes es el del rechazo.
Sí, normalmente tenemos miedo de no ser reconocidos por nuestros compañeros.
Por lo tanto, tenemos una propensión a actuar de manera que sea aceptada por un grupo que es similar a nosotros.
Pero aquí está el peligro: todos tenemos nuestra propia definición de lo que hace que una persona sea "aceptable".
Hemos creado esta definición basándonos en nuestra historia y actuamos de acuerdo con ella, casi siempre de forma inconsciente.
Por lo tanto, enfatizamos las características de nuestra personalidad que están en línea con estas creencias, asegurándonos de reprimir la parte de nosotros que podría ser demasiado "diferente".
Para que te hagas una idea, es un poco como formar parte de un hermoso rebaño de ovejas blancas, y tratar desesperadamente de ocultar una mata de pelo negro que sigue creciendo sin importar lo que hagas.
Este mechón es lo que te distingue de los demás y te da miedo.
Por supuesto, estoy exagerando la imagen a propósito, pero no tanto...
Pero entonces, ¿qué pasaría si asumieras tu arbusto negro?
El miedo te dice que serás rechazado.
Pero, ¿y si, por el contrario, resulta que al asumirte a ti mismo, abres la puerta a que otros también lo hagan?
Esto es exactamente lo que ocurre la mayoría de las veces, porque este miedo compartido nos asfixia a todos.
Así que libérate de ella y expresa tu singularidad.
A menudo no nos damos cuenta, pero al apartarnos del momento presente, el miedo nos quita la creatividad.
Por lo tanto, para ser creativo, hay que estar conectado con el momento presente para poder inspirarse en él.
Sí, para crear, hay que ser capaz de establecerse en el aquí y ahora para que las ideas se manifiesten. Y tienes que ser capaz de dejarte llevar.
Lamentablemente, la ansiedad nos aleja de este estado y es a través de la meditación que podemos volver a tocar esta forma de ser.
Liberados del ayer y del mañana, encontramos la confianza para avanzar, anclados en la vida que está sucediendo ahora.
Así que, si aún no lo has hecho, ¿te dan ganas de meditar para dejar de tener miedo?
Créeme, si tu vida está llena de demasiado miedo, a través de la práctica de la meditación verás claramente un antes... y un después.
Porque puedo prometerte lo siguiente:
Tienes toda la fuerza que necesitas para avanzar en paz, ¡así que agárrala!
